Día 16
Feliz y Bendecido día para todos. Hoy trabajaremos con el Niño Interior, para ello utilizaremos la frase:
“CONECTA CON TU NIÑO INTERIOR”
Nuestro Niño Interior es nuestro “YO” en estado puro. Todos llevamos dentro el niño que un día fuimos y es él quien nos proporciona el equilibrio entre la parte lógica y racional y esa otra parte más libre, pura y alocada.
Nuestro Niño Interior está constituido por los sentimientos y emociones que se formaron durante nuestra infancia a través de las vivencias positivas y negativas y que aún permanecen dentro de nosotros.
Con el paso del tiempo, este niño se va escondiendo y reprimiendo en lo más recóndito de nuestro SER. Aún así, de vez en cuando se asoma y nos recuerda ciertos aspectos que deberíamos tener en cuenta.
- Nos pide que le quieras y mimes. Demanda amor,. Ser abrazado convertirse en el centro de atención de tu vida. Eso se llama
- No darle tanta trascendencia a los hechos: Los hechos, son solo eso, hechos. La connotación de buenos o malos se la das tú desde tu experiencia de vida. Busca la simplicidad de las cosas.
- Nos pide que no seamos tan exigentes y perfeccionistas: Nos pide ver a nuestro alrededor y fijarnos en las cosas sencillas. Quiere que seas lo más natural posible y un poco alocados, sin tanta rigidez. Que amenos la vida.
Todos tenemos nuestro niño interior, pero en nuestra vida adulta, olvidamos lo que es Amar y Vivir la Vida de verdad. Nos condicionamos a cumplir con nuestras responsabilidades, vamos tras objetivos y objetivos interminables para encontrar la felicidad, la cual se nos escapa. Olvidamos algo tan simple y verdadero como el VIVIR EL AHORA, abrir tus sentidos a la experiencia, sonreír por cosas sencillas y el vivir con asombro las maravillas de la vida. Aprendamos a vivir con la inocencia, ternura y asombro de nuestro Niño Interior.
Hoy te invito a que recuerdes que ese niño interior está en ti y te necesita. Quiere que le des amor y seas comprensivo y paciente, que no pienses ni te digas cosas duras qué te lastiman. Al contrario se dulce y amoroso contigo mismo.
Ese niño se siente olvidado y necesita sentir nuevamente que la vida es entretenida. Poder imaginar, crear, observar a tu alrededor con mirada de inocencia, como si fuese la primera vez que lo viera. Hacer las rutinas diarias con entusiasmo y disfrutar del proceso, que no solo sea cumplir y finalizar las tareas.
Es posible que en nuestra infancia hayamos tenido algún trauma o herida emocional que no se curó en su momento y esta situación provoque que crezcamos con aprensiones, miedos e inseguridades, por eso es de suma importancia trabajar con nuestro Niño Interior, ya que él, es un gran colaborador para que nos desarrollemos plenamente.
Es posible sanar la relación con nuestro niño interior siempre y cuando nuestro ser adulto pueda reconocer las necesidades y carencias de la infancia y poco a poco aprenda a satisfacerlas. El primer paso es sanar al niño interior herido y luego aprender las mejores formas para darle protección a ese ser.
PASO A PASO EJERCICIO No. 16.
- Como todos los días, repetiremos las 4 palabras «Lo Siento, Perdóname, Te Amo, Gracias» todas las veces que quieras y necesites. Procura decirlas al despertarte y antes de dormir. Con ellas estamos trabajando el perdón hacia nosotros Recuerda que para practicar esta maravillosa técnica solo necesitas repetir estas 4 palabras.
- En el ejercicio de hoy vamos a conectar con tu Niño Interior, mediante una pequeña visualización.
- Siéntate o acuéstate en un lugar cómodo en el cual puedas permanecer varios minutos. Cierra los ojos y respira de manera natural, relajando tu cuerpo. Reconoce el ritmo propio de tu respiración y poco a poco ve respirando de manera más profunda, pausada y consciente.
- Comienza por visualizar tu habitación cuando eras niño. ¿Qué había en las paredes? ¿Cómo era tu cama? Recuerda todo lo que puedas de ella.
- En este momento intenta recordar qué actividades disfrutabas. ¿Con qué jugabas? ¿Qué programas de televisión disfrutabas? Trata de traer a tu mente todos los recuerdos. ¿Qué emociones sentías? Procura utilizar un vocabulario amplio que te permita entrar en contacto con los sentimientos que te distinguían.
- Ahora regresa tu mente, poco a poco, a la persona que eres hoy como adulto. ¿Qué emociones de ese niño interior todavía conservas? ¿Con cuál de los sentimientos que alcanzaste a percibir te identificas más? ¿Crees que algo de lo que sentías en tu infancia puede definirte como adulto?
- Si quieres profundizar en este trabajo, en este momento puedes recordar los eventos de tu infancia que te provocaron esas emociones que conservas como adulto. Si quieres permanecer en ese recuerdo o simplemente quedarte con la visualización de tu infancia, está bien. Lo importante es que esa imagen te ayude a identificar qué sensaciones tenías y cómo éstas pueden afectar tu presente.
- Visualiza o imaginación que tu yo adulto y tu niño interior entran en contacto, que se han encontrado, que se miran a los ojos. Hazlo desde la compasión y el amor que tienes por ti. Observa la alegría que siente al verte. ¿Qué emociones vives en este momento?
- Mírale a los ojos y dile todo lo que quieras decirle, pero con mucho cariño, con mucho amor. Sobre todo dile que siempre estarás con él y que cada vez que te necesite vas a estar ahí. Que le vas a apoyar y sobre todo que siempre le amarás. Le prometes que jamás lo vas a abandonar, ahora que le has encontrado y has comprendido que era necesario este paso.
- Nuevamente le miras dulcemente a los ojos y le pides que no tenga miedo, que confíe en ti, que siempre le protegerás. Escucha lo que tenga que decirte y quédate con las lecciones que puedan ayudarte a tener un presente más pleno.
- Con tu corazón abierto y desde lo más profundo de tu Ser, le dices: Lo Siento, por haber unido mi vida a la tuya para sanar, Perdóname por haber tenido esos pensamientos erróneos, falsos, dolorosos y haber creado esta realidad que hoy estoy viviendo. Te Amo, por ser quien eres y Gracias por todo lo que me enseñas.
- Ahora, abraza a tu niño y despídete con mucho amor. Poco a poco vuelve a tu presente y haz cada vez más consciente tu respiración.
- Mueve despacio tu cuerpo y con una exhalación profunda, abre los ojos.
- A continuación di el Mantra Ho’oponopono
«LO SIENTO, PERDÓNAME, TE AMO, GRACIAS»

4 Comentarios
Ingrid Gutiérrez
Buenos días, lo siento, perdoname, gracias, te amo, este ejercicio está muy difícil para mi!
Josefina Garcia
Hola Ingrid. La aceptación es un proceso que en un principio nos cuesta, ya que nuestro ego se resiste, sin embargo a medida que vamos limpiando con Ho’oponopono, el proceso se va haciendo más sencillo y la aceptación se va asentando en nosotros. La aceptación es la base para unas relaciones sanas. Al final, lo importante es sentirse bien, sin resistencia, sin dolor, sin stress.
Lo Siento. Te Amo. Perdóname. Gracias.
yolanda diaz
hola !creo q mi comentario sera despues q haya tenido ese encuetro amoroso con mi niño interior !!! ya guardo una emocion inexplicable con ese encuentro !
Josefina Garcia
Hola Yolanda. Espero que el encuentro con tu Niño Interior, sea un proceso de mucho aprendizaje.
Lo Siento. Te Amo. Perdóname. Gracias.