Día 26.
TRANSFORMA MÁGICAMENTE LOS ERRORES EN BENDICIONES.
Muy buenos días maravillosos seres de luz. Ya hace 26 días que iniciamos este maravilloso viaje y el cual espero que haya sido un excelente camino hacia la búsqueda de una vida plena y llena de bendiciones. Recuerda ir anotando las bendiciones que has ido recibiendo en el transcurso de estos 26 días para que a partir del día 29 puedas comentarlas, con el grupo, si así lo deseas y de esa manera podemos afianzar aún más nuestro hábito de gratitud.
El ejercicio mágico de hoy, se llama “Transforma mágicamente los errores en bendiciones”
Comenzaremos recordando la cita diaria, la de hoy corresponde a Oprah Winfrey, Personaje Mediático y Empresaria de la actualidad, de quien muchos de ustedes habrán oído hablar.
Algunos sabrán que fue una persona maltratada desde su infancia y que hoy en día es feliz y ha logrado muchos éxitos. Muchas veces ella ha contado como ha sido su vida y de qué manera ha logrado superar todos sus traumas. Ella nos dice:
“Convierte tus heridas en sabiduría.”
Cada error es una bendición disfrazada. El ejercicio mágico de hoy te lo demostrará, porque estás a punto de descubrir que hay un sin fin de bendiciones ocultas en cada error.
Un niño comete muchos errores cuando aprende a montar en bicicleta o a escribir y no le damos la menor importancia porque sabemos que aprenderá a través de sus errores y que al final dominará lo que está intentando hacer. La misma regla que aplicamos a los niños se puede aplicar en nosotros.
Entonces, me pregunto:
¿porqué somos tan duros los adultos con nosotros mismos cuando cometemos un error?
Como humanos, todos cometemos errores y si no fuera así no aprenderíamos nada, ni seríamos más inteligentes ni más sabios. Tenemos la libertad de tomar nuestras propias decisiones y eso significa que tenemos libertad para cometer errores.
Los errores, a veces pueden hacernos daño, pero si no aprendemos del error que hemos cometido, ese sufrimiento habrá sido en vano.
De hecho, por la Ley de la Atracción, cometeremos el mismo error una y otra vez, hasta que las consecuencias nos duelan tanto que acabemos aprendiendo de ellas.
Ésta es la razón por la cual los errores duelen, así aprendemos de ellos y dejamos de repetirlos.
Si queremos aprender de un error, primero hemos de aceptarlo y ésta es la razón por la cual muchas personas no aprenden, ya que suelen culpar a otro de sus errores.
Imaginemos por un momento que vamos por una autopista a exceso de velocidad y que un policía nos para y nos pone una multa.
Algunas personas en lugar de asumir la responsabilidad por el exceso de velocidad, culpan a los policías y se justifican diciendo, es que ellos estaban escondidos detrás de unos arbustos en una curva de la autopista y como no podía verlos y además tenían un radar, me pillaron in fraganti.
Pero les pregunto, ¿de quién ha sido el error?, del policía o de la persona que circulaba a una velocidad excesiva.
El problema de culpar a otras personas de nuestros errores es que eso no nos evita el sufrimiento ni las consecuencias de nuestro error y encima ni siquiera aprendemos, así que bingo, atraeremos de nuevo el mismo error.
Eres humano y cometes errores y ése es uno de los aspectos más hermosos del ser humano, pero has de aprender de tus errores, de lo contrario, en tu vida habrá mucho sufrimiento innecesario.
Particularmente, hace varios años creo que no existen errores, sino aprendizajes. Eso que hoy vemos como un gran error y por el cual nos castigamos sin inclemencia, con el tiempo vemos que fue un maravilloso aprendizaje que nos ayudó a seguir adelante o apartarnos de algo que no nos convenía o a cambiar algún hábito o costumbre que era perjudicial para nosotros. Esa es la razón por la cual decimos que detrás de cada error hay un sinfín de bendiciones.
¿Cómo se puede aprender de un error? La forma más potente y sencilla es utilizando la gratitud.
Por muy nefasta que te parezca una situación, siempre, siempre hay muchas cosas por las cuales estar agradecido de ella. Cuando buscas todas las cosas por las cuales puedes dar gracias por un error, transformas mágicamente el error en una bendición.
Los errores atraen más errores y las bendiciones más bendiciones ¿Qué prefieres? Pareciera obvio, que queremos más bendiciones.
Para realizar el ejercicio de hoy, piensa en un error que hayas cometido en tu vida. No importa si era grande o pequeño, pero elige uno que todavía te duela cuando pienses en él.
Quizá perdiste los nervios con una persona muy querida por ti y desde entonces la relación no ha vuelto a ser la misma.
Quizá dijisteis una mentira piadosa para proteger a alguien y debido a eso te metiste en un tremendo lío.
Puede que eligieras la opción más barata de algo y al final, todo salió mal y terminó costando más caro.
Puede que creyeras que estabas tomando la decisión correcta respecto a una situación o cosa, pero al final todo salió mal.
Cuando hayas elegido un error para transformarlo mágicamente en una bendición, identifica cosas por las cuales estar agradecido. Hay dos preguntas que pueden ayudarte:
¿Qué he aprendido de este error?
¿Qué cosas buenas han surgido a raíz de este error?
Las cosas más importantes por las cuales puedes estar agradecido de cada error, son las cosas que has aprendido del mismo.
No importa de qué error se trate, siempre hay muchas cosas buenas que te enseñó y que cambiaron tu futuro para mejor.
Piensa en esto detenidamente y encuentra hasta diez bendiciones por las cuales dar gracias por ese error.
Cada bendición que descubras tiene un poder mágico. Haz una lista en tu diario de gratitud o en tu ordenador.
Veamos el ejemplo del policía que nos para por exceso de velocidad y que te pone una multa, las 10 bendiciones podrían ser:
- Doy gracias a la policía por querer protegerme para que no me haga daño, porque a fin de cuentas, eso era lo que pretendía.
- Doy gracias a la policía porque si soy sincero conmigo mismo, estaba pensando en otras cosas y no me concentraba en la carretera.
- Doy gracias a la policía porque fue una estupidez por mí parte arriesgar mi vida con una rueda en mal estado.
- Doy gracias a la policía por la llamada de atención. El hecho de que me pararan me afectó y de ahora en adelante controlaré la velocidad y conduciré con más cuidado.
- Doy gracias a la policía porque erróneamente creía que podía circular a velocidad excesiva sin que me pillaran y sin arriesgar mi vida. La seriedad de la policía me obligó a afrontar el hecho de que estaba poniendo mi vida y la de otras personas en peligro.
- Doy gracias a la policía, porque si pienso en la posibilidad de que otros conductores que circulan con exceso de velocidad amenacen la vida de mi familia, indudablemente quiero que la policía los detenga.
- Doy gracias a la policía por el trabajo que realiza para garantizar la seguridad de todas las personas y familias en las carreteras.
- Doy gracias a la policía. De seguro que se enfrenta a situaciones desgarradoras todos los días y lo único que pretende es proteger mi vida y la de mi familia.
- Doy gracias a la policía por garantizar que haya llegado sano y salvo a mi casa y pueda reunirme con mi familia como de costumbre.
- Doy gracias a la policía porque de todas las posibles consecuencias que podrían haberme acarreado de continuar con aquella velocidad, el hecho de que me haya parado la policía ha sido la menos perjudicial y puede que haya sido la mayor bendición de mi vida.
Así de esa manera escribirás tus 10 bendiciones por un error, tomando éstas como ejemplo puedes hacer las tuyas.
Te invito a convertir esta práctica en rutina. Pasa revista a todos los errores que hayas cometido en la vida y que todavía te hacen sentir mal. Cuando encuentres ese que aún te hace daño, realiza este ejercicio tan genial y mágico para convertirlo en bendiciones.
Reflexiona sobre este potente ejercicio. A través de un error tienes el poder de atraer muchas bendiciones. Si además ese error lo agradecemos y bendecimos, la Ley Universal de la Atracción nos garantiza que obtendremos más y más bendiciones de la misma índole. ¿Qué otra cosa te ofrece una rentabilidad semejante?
A continuación colocaré el paso a paso del ejercicio mágico de hoy.
«GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS»
Feliz y bendecido día para todos.
